Como ser curioso que soy me paso mucho tiempo tratando de encontrar formas más eficientes para mejorar mi rutina de cuidado de la piel y mejorar mi cuerpo desde dentro hacia fuera. Soy de las que piensa que cuando el exterior no se muestra todo lo sano que debería estar es que algo pasa en el interior. Hasta ponerle freno a ese problema interior para manejar el exterior recurro a algunas recetas de la abuela o como ahora los llamamos DIY de mi confianza, que además se que son efectivos y que no plantean efecto rebote.
Esta mañana me levanté temprano descubriendo un bonito brote de acné y pensé que ya que estaban ahí, a parte de fastidiarme me iban a servir para inspirarme por lo menos en compartir algunas de mis recetas prácticas usando uno de mis aceites favoritos: el aceite de árbol de té.
Se encuentra en las hojas de los árboles del té de Australia y es un potente aceite esencial que ha sido un producto estrella para la curación natural en personas de todas las edades. Rico en propiedades antifúngicas y antisépticas, el aceite de árbol de té se usa para curar hongos en las uñas y pie de atleta por ejemplo. También puede curar cortes, quemaduras, picaduras de insectos, otras infecciones de menor importancia y en este caso, el acné.
Como os decía, esta mañana me
desperté con algunos granitos y me puse manos a la obra: cogí un tallo de aloe
vera fresco, mi aceite de árbol de té y un bol pequeño. El tallo de aloe vera tenemos que despulparlo, es decir sacarle todo el contenido que queda entre las
capas verdes, aproximadamente necesitamos una cucharadita. A esta pulpa le
añadí 3 gotitas de aceite de árbol de té y después de mezclarlo bien, me
apliqué la mezcla resultante a cada punto conflictivo. Lo ideal sería dejarlo toda la
noche, es completamente seguro y 100% eficaz, pero ya era de día así que opté
por un tratamiento expréss de 25 minutos que me ayudó a reducir el
enrojecimiento, la inflamación y acabó con las bacterias que causan el acné
residual.
También podemos hacer mascarillas faciales soy muy fan de ellas y creo que son extraordinarias sea para lo que sea que las usas (antiedad, peeling, acné, hidratantes) te hacen sentir un ser mimado, exclusivo y especial esos minutos que las llevas aplicadas.
Esta mascarilla de aceite de árbol de té sirve para combatir el acné y para limpiar tus poros a fondo sin necesidad de gastarte una fortuna en un centro de belleza. Así que empezamos: se mezclan 2 cucharadas de arcilla
verde en polvo junto con 3-4 gotas de aceite de árbol de té y el agua
suficiente para hacer una pasta consistente. Si te pasas con el
agua, no te preocupes deja secar un poco la mezcla o echa un poquito más de
arcilla. Después se puede aplicar la mascarilla por toda la cara o bien con una
paletina o con los dedos. Personalmente yo siempre lo hago con una
paletina, me da una sensación de mayor control e higiene y la mascarilla queda mejor
unificada. El tiempo medio que le doy a esta mascarilla son siempre 20 minutos y los puedes pasar releyendo el blog de la que suscribe, su instagram o lavando
los platos... tu decides ^ ^
Una vez que los 20 minutos han
pasado retira la mascarilla con agua tibia y seca la cara. Normalmente yo
lo hago con tissues de usar y tirar. Las toallas almacenan bacterias y no
son nada aconsejables para el acné. Los minerales que se encuentran en
el polvo de arcilla son ideales para la limpieza y desintoxicación de la piel,
mientras que el aceite de árbol de té se ocupa del acné.
Importante después de aplicarnos una mascarilla tonificarnos e hidratarnos, para cerrar el poro y para que la hidratante penetre mejor en la piel.
Importante después de aplicarnos una mascarilla tonificarnos e hidratarnos, para cerrar el poro y para que la hidratante penetre mejor en la piel.
Además de ser beneficiosos estos DIY son fáciles, entretenidos y muy económicos. Que lo disfrutéis!!!
Hasta pronto!!!